martes, 11 de enero de 2011

Senectud sin previa juventud

La juventud de hoy

Ya no lucha por luchar

Los pescuezos imberbes

Se olvidaron de gritar

Con la voz de la sangre

Se desentendieron

El ululo de un búho

Que no se escucha

Ni a los cuatro vientos

No importa cómo ni cuándo

El cuanto es lo que acecha

Detrás de cada esquina

Detrás de cada acera

Botellas sin líquido

Éxtasis de discoteca

Adrenalina barata

Es lo que se mercadea

Y el dolor en la piel

Lo quitan las enfermeras

Las manos viejas y cansadas

No sirvieron de nada

Si todo lo que pensamos

Se pierde en la distancia

Y el canto

Del viejo cantante

Que despierta

Las colinas dormidas

Pidiendo al joven que lance

Pidiendo al joven que enfrente

Lo que tiene por delante

Lo que hace y lo que siente

El amor por la vida

El porvenir de un mañana

Una selva por delante

Y un presente como espada

Un pasado como padre

Que me advierte y me relata

Y una madre como madre

Que al dormir siempre me canta